Hay muy pocas películas cuyo comienzo a los pocos segundos te transporte a un lugar conocido. Es tremendamente difícil, y Lucas lo hizo con la saga de Star Wars y ese inicio arrebatador que conocemos de sobra. Y es que, hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, un equipo de técnicos se propuso crear unos títulos de crédito iniciales para la posteridad.

Lucas ha contado en más de una ocasión que para llevar a cabo un prólogo como el de Star Wars, la clave reside en “no utilizar demasiadas palabras que la gente no entienda. Es como un poema”, explicaba. La idea no fue exclusividad del director, ni mucho menos. En realidad, su inspiración tenía nombres y apellidos de su propia infancia, de series de películas como Flash Gordon y Buck Rogers que comenzaban con textos iniciales.

Intro de Flash Gordon.
Imagen: Dominio Público.

Sin embargo, Lucas quería perfeccionar la técnica, lograr una intro que fuera un paso por delante de todo lo que se había visto hasta entonces. Quería un texto grandilocuente que contara de forma resumida lo que el espectador va a disfrutar en las siguientes horas, que explicara lo que estaba sucediendo antes de que comenzara la historia.

Lucas, también guionista de la Star Wars original, escribió el texto de la secuencia inicial. Ese primer borrador contaba con seis párrafos. Luego, decidió con su equipo la fuente y el logotipo para facilitar la lectura del espectador. Finalmente, con todas las piezas en marcha, le mostró a un reducido grupo de amigos lo que tenía entre manos.

El director Brian De Palma, uno de los afortunados que pudo ver aquel borrador, le dijo a Lucas que el texto era demasiado largo, que debía resumir aún más. De Palma revisó el texto inicial original de seis párrafos de Lucas y lo modificó hasta dejarlo en los tres párrafos que conocemos hoy.

Tecnología rudimentaria

Ahora llegaba la parte más complicada, ¿cómo rodar la secuencia? Era el año 1977, no se contaba con la tecnología actual, pero sí con grandes dosis de ingenio. Lucas tenía claro que su inspiración venía de esos films de su infancia donde comenzaba con textos expositivos, pero él quería movimiento en los textos.

El director recordaba un nombre de la industria. Llamó a Dan Perri, conocido por su espectacular trabajo en la secuencia del título de apertura de Taxi Driver y The Exorcist. Tras una primera charla, Perri aceptó el encargo, aunque no fue para nada fácil. Como aseguró en una entrevista en Art of the Title:

Me contrató y luego comencé a acudir cada pocos días cada vez que tenía algo nuevo que mostrarle, ¡lo cual generalmente odiaba! No le gustaba nada de lo que estaba haciendo… Le llevaba lo que estaba trabajando a George y me sentaba y esperaba durante horas para mostrárselo. Me sentaba y veía los diarios con él o iba a reuniones con sus muchachos. Tenía muchas películas antiguas, de 16 mm, y tenía un proyector allí. Veíamos a Buck Rogers y Flash Gordon y aprendimos cosas de eso. Finalmente, me dedicó su tiempo, observó mi trabajo y no le gustaba, luego se dejaba llevar por otra cosa y volvía unos días después. Esta situación continuó durante dos o tres meses hasta que finalmente encontré algo que le gustó.

La clave que encontró Petri fue la obra Union Pacific, de Cecil B. DeMille, donde la introducción inicial con texto se movía a lo largo de una vía de ferrocarril hacia un punto de fuga. Perri pensó en el texto de apertura de Star Wars moviéndose de manera similar, aunque hacia el espacio con un fondo de estrellas. Le llevó la idea a Lucas, y éste finalmente la aprobó. 

En cuanto a la “tecnología” que iban a utilizar, como decíamos antes, el ingenio iba a ser clave. Básicamente, el equipo de Petri construyó modelos físicos de intro. Pintó el logotipo, que fue obra de la diseñadora gráfica Suzy Rice, en una cartulina de gran tamaño. Las palabras reales del prólogo se componían y luego se pegaban en la cartulina de respaldo.

Uno de los modelos utilizados para la intro de Star Wars.
Foto: 20th Century Fox.

Los modelos, que abarcaban medio metro de ancho y dos metros de largo, se colocaron en el suelo de modo que una cámara baja pudiera moverse longitudinalmente a lo largo del texto para crear el efecto de gateo. El asesor de efectos especiales, Dennis Muren, contó hace un tiempo que el proceso de “rastreo” de apertura llevó mucho tiempo debido a problemas de enfoque e imperfecciones.

Títulos de crédito en acción.
Foto: 20th Century Fox.

De hecho, fue necesario realizar varias pruebas antes de que todo pudiera considerarse perfecto. Es más, el equipo de producción tuvo que filmar varias versiones del prólogo que presentaban el texto en diferentes idiomas, de modo que pudiera llegar a los espectadores de muchos países.

Filmando los títulos de crédito.
Foto: 20th Century Fox.

Por último, la música que acompañaba a la intro, casi tan fundamental como el propio prólogo. Aquí existieron muy pocas dudas. Desde el mismo momento en que aparecen las palabras “Star Wars” en la pantalla, da comienzo el temazo de John Williams, Main Theme Title, una explosión de instrumentos de metal que captan tu atención y te trasladan, efectivamente, a una galaxia muy, muy lejana. 

El resto es historia del cine.

Por cierto, en el texto final hay palabras como “Estrella de la Muerte” e “Imperio Galáctico”, que se escribieron de forma deliberada con mayúscula para enfatizar la importancia. Una táctica que funcionó tan bien que se recuperó para las siguientes entregas.

2 respuestas a «El secreto de la intro de Star Wars: cómo Lucas logró un prólogo para la historia»

  1. […] nada de la misiva hasta 2017. Entonces, Warwick Davis, ya con 47 años, reveló en el marco de la Star Wars Celebration hasta qué punto fue un niño cumpliendo el sueño de miles cuando tenía tan solo 11 […]

  2. […] 1977 ocurrió un evento que, en mayor o menor medida, se ha mantenido a lo largo del tiempo. La Star Wars de George Lucas le quitaba la corona que tenía la Tiburón de Spielberg en la taquilla […]

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