El Financial Times abrió con un titular que no deja nada al azar. El medio de referencia para esa porción del planeta que puede hacer de gran lobby cuando le apetezca, se hace eco de un sorprendente informe del Servicio Geológico de Estados Unidos que, en esencia, identifica al hidrógeno generado naturalmente dentro de la Tierra como la nueva “fiebre del oro” energética, un recurso libre de carbono previamente descuidado. Según el estudio de los geólogos, hay suficiente hidrógeno natural atrapado bajo tierra para satisfacer todas las demandas proyectadas durante cientos de años.

Los resultados del estudio en cuestión, aún no publicado, se avanzaron esta semana en una vista previa indicando que existen hasta 5 billones de toneladas de hidrógeno en depósitos subterráneos en todo el mundo. Según explicó el investigador Geoffrey Ellis en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia en Denver sobre el trabajo:

La mayor parte del hidrógeno probablemente sea inaccesible, pero una recuperación de un pequeño porcentaje aún cubriría toda la demanda proyectada (500 millones de toneladas al año) durante cientos de años. 

Hasta ahora, la demanda de hidrógeno como combustible y materia prima industrial, en particular para producir amoníaco para la producción de fertilizantes, se ha satisfecho principalmente mediante el reformado químico de gas compuesto en gran parte de metano, conocido como “hidrógeno azul” cuando se capturan las emisiones de carbono, o “hidrógeno gris” cuando no lo son.

Sin embargo, contaba en la misma reunión Mengli Zhang, de la Escuela de Minas de Colorado, que aprovechar el hidrógeno natural, también conocido como hidrógeno geológico o dorado, sería más limpio y más barato que el hidrógeno azul o verde. “Se avecina una fiebre del oro por el hidrógeno“, dijo en la conferencia.

Hace unos días, fue Science quien sacaba un estupendo reportaje bajo el enigmático titular de Hidden Hidrogen (hidrógeno escondido). El artículo científico indagaba sobre el potencial del hidrógeno natural haciendo cábalas sobre la cantidad que podría albergar nuestro planeta lanzando la gran pregunta: ¿tiene la Tierra grandes reservas de un combustible renovable y libre de carbono? El estudio que se va a publicar parece responder a la gran cuestión.

Science contaba también el inicio que puede marcar los libros de historia de aquí en adelante a través de la figura de Mamadou Ngulo Konaré contando el acontecimiento legendario de su infancia. En 1987, unos excavadores de pozos llegaron a su aldea de Bourakébougou, Malí, para perforar en busca de agua, pero desistieron de realizar un pozo seco a una profundidad de 108 metros. “Mientras tanto, el viento salía del hoyo”, le dijo Konaré a Denis Brière, petrofísico y vicepresidente de Chapman Petroleum Engineering, en 2012. Cuando un perforador miró dentro del hoyo mientras fumaba un cigarrillo, el viento le explotó en la cara. Según Konaré:

No murió, pero se quemó. Y tuvimos un gran incendio. El color del fuego durante el día era como agua azul con gas y no tenía contaminación de humo negro. El color del fuego por la noche era como oro brillante y en todos los campos podíamos vernos a la luz. … Teníamos mucho miedo de que nuestra aldea fuera destruida”.

Al parecer, se necesitaron semanas para apagar el fuego y tapar el agujero, pero los análisis posteriores mostraron que el gas que salía era 98% de hidrógeno puro. Unos años más tarde, se instaló un pequeño generador Ford de 30 kW y Bourakébougou se convirtió en el primer pueblo del mundo en disfrutar de los beneficios del hidrógeno limpio y natural como fuente de energía verde.

Desde entonces, han sido muchos los trabajos e investigaciones que han tratado de dar con nuevas formas de generar hidrógeno verde utilizando energía renovable, un combustible limpio muy prometedor con todo tipo de aplicaciones. Almacenado como líquido criogénico o gas presurizado, puede quemarse como sustituto del combustible de hidrocarburos con modificaciones relativamente menores a los motores de combustión normales. Incluso puede funcionar a través de una pila de combustible para generar electricidad, actuando como una especie de batería líquida/gaseosa. 

¿El principal problema? Se necesita mucha agua dulce: alrededor de 9 litros de agua por cada kilogramo de hidrógeno que se produce. Además, el proceso de electrólisis, aunque mejora, todavía genera pérdidas. Por todo ello, cada vez que se desvía energía renovable de la red para producir hidrógeno, se desperdicia un porcentaje. Un derroche de energía que, dadas las circunstancias/demandas actuales, es difícil de defender.

Es en este punto donde volvemos a mirar sobre nuestros pasos. Quizás, el hidrógeno geológico, atrapado en las rocas bajo nuestros pies como el gas natural, haya pasado desapercibido y, quizás también, no terminó escapándose a través de la roca sólida a la atmósfera como se pensó. Simplemente se quedó allí, almacenado o atrapado permaneciendo en stand by.

Si lo que cuentan en el estudio inédito del Servicio Geológico de Estados Unidos es cierto, hay nada menos que 5,5 billones de toneladas de hidrógeno en depósitos subterráneos en todo el mundo que pudo haber sido generado por la interacción de ciertos minerales ricos en hierro con agua subterránea. Según Geoffrey Ellis, es posible que parte de ese hidrógeno esté mezclado con otros gases como el metano, en cuyo caso, sería necesario separarlo.

Sea como fuere, esas cantidades desorbitadas pueden suponer, efectivamente, la nueva fiebre del oro de las próximas décadas.

Una respuesta a «Un estudio inédito revela que hay suficiente hidrógeno natural atrapado bajo tierra para satisfacer todas las demandas proyectadas durante 100 años»

  1. […] semana pasada contamos que el último estudio llevado a cabo por el Servicio Geológico de Estados Unidos había revelado […]

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