El increíble encuentro nunca antes registrado por la ciencia ocurrió en la Isla de Wight. Allí se encontraba la observadora de aves Clare Jacobs junto a su hija Megan, paleontóloga de la Universidad de Portsmouth, ambas con sus cámaras paseando por el puerto de Newtown. De repente, aparece en escena una enorme águila marina (Haliaeetus albicilla) en dirección a una foca gris (Halichoerus grypus). Lo que captaron las cámaras fue una interacción única.

Al ver la posición del águila, descendiendo en picado hacia el agua durante la marea alta, sacaron las cámaras y comenzaron a documentar la escena. Entonces aparece en el cuadro un nuevo elemento: a medida que el águila se acercaba al agua, una foca gris adulta aparece desde las profundidades. Sin embargo, lo más insólito iba a llegar segundos después: la foca comienza a ladrarle al ave para finalmente escupirle un chorro de agua en su dirección. 

Imagen: Clare Jacobs

Como explican en su trabajo recientemente publicado, las investigadoras sugieren que el comportamiento capturado de la foca podría buscar ahuyentar al águila como una forma de defender la presa que ambos buscan, el pez en el agua:

Los avistamientos de focas grises y águilas de cola blanca son eventos frecuentes ahora en la Isla de Wight, pero hasta ahora no se han informado interacciones entre estas dos especies. Este es el primer registro de una interacción entre estos dos depredadores superiores y el primer informe de focas grises que utilizan escupir como medio de defensa o disuasión contra un enemigo aéreo.

Imagen: Clare Jacobs

Como cuentan, lo cierto es que el escupitajo no se encuentra entre las acciones “ordinarias” de los vertebrados, más bien todo lo contrario. Sin embargo, en la secuencia capturada parece la mejor forma de defensa para la foca. En este caso hablamos de una especie bastante grande, de hasta dos metros, que normalmente se alimentan de anguilas, merlán, bacalao, arenque o salmón. Dicho de otra forma, la dieta de esta foca la sitúa en competencia directa por el alimento con las águilas marinas, que comen una variedad de peces y aves acuáticas.

Imagen: Clare Jacobs

Su contrincante, el águila marina, es la especie más grande de Europa, con una envergadura de hasta 2,37 metros. Una clase de águila que se extinguió en la Isla de Wight en 1780, aunque los conservacionistas las reintrodujeron en 2019. 

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