Vas camino del centro comercial y de repente piensas: -¿He cerrado el coche?- Te das la vuelta y presionas el botón de cerrar en el control remoto de la llave, pero ya estás demasiado lejos y el característico destello de los intermitentes no llega. Rezongando, desandas tu camino presionando el botón repetidamente mientras juras en arameo por lo bajo.

Si has estado en esta situación quizá te alegre saber que hay una manera muy sencilla de alargar el alcance de la señal de radio en el control de tu automóvil. Se trata de algo tan simple como pegar el mando a tu cabeza. Sí, el mito es cierto y funciona. También funciona si estás buscando el automóvil como un loco usando el mando porque no recuerdas dónde lo estacionaste.

¿Cómo es posible? Los mandos de los automóviles funcionan emitiendo una señal de radio con un alcance bastante corto a una frecuencia en torno a los 315MHz. Mientras tanto, las personas medimos entre 1,5 y 2 metros de alto y estamos llenos de agua (El cuerpo humano está compuesto de agua en aproximadamente un 60%). Ambos factores nos convierten en una excelente antena específica para los mandos de automóvil. Al entrar en nuestro cuerpo y encontrar una masa lo bastante grande, las ondas que forman la señal del mando resuenan en las moléculas de agua y ganan amplitud, y por tanto alcance.

El incremento en alcance depende mucho del tamaño de la persona, y el tipo de control, pero el truco funciona. De hecho, y si te da cosa hacer de antena para tu mando a distancia, puedes hacer la prueba con una botella de agua como muestran en este vídeo. También funciona.

Huelga decir que el truco no funciona con el control remoto del televisor (que opera en infrarrojos, no en ondas de radio), ni con el móvil (que opera en frecuencias con una longitud de onda completamente diferente y que no resuena con nuestro cuerpo. Con todo, no está de más saberlo.

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