Difícilmente habrás escapado de la escena que lleva semanas recorriendo (otra vez) las redes. La secuencia no es fácil de olvidar, un clip de lo más extraño donde un tiburón, o algo muy parecido, parece huir de otra criatura que no podemos diferenciar por la velocidad a la que ocurre todo. En cuestión de segundos, el mar se tiñe de rojo y el tiburón sale despedido sangrando abundantemente, ¿Qué acaba de pasar?

La escena no es nueva, ya la secuencia tiene unos años. Tiene lugar en el puerto de Hout Bay, Sudáfrica,y el animal que trata de escapar del ataque es un cachalote enano del tamaño de un delfín. Estamos ante un cetáceo odontoceto perteneciente a la familia Kogiidae, un animal que no es fácil de ver, de hecho, la mayor parte de la información que se conoce de ellos surge del estudio de ejemplares varados en las playas.

En cuanto a la gran incógnita, la criatura que arremete el supuesto ataque, se trata de un lobo marino del cabo, una especie de mamífero pinnípedo de la familia de los otáridos.

Veamos el vídeo:

En la secuencia, el lobo marino está colgando con sus dientes de las aletas traseras del cachalote. ¿La razón? Al parecer, se da cuenta de que el cachalote se mostraba errático y perdido en ventanas poco profundas donde su sonar de orientación ya no funcionaba (precisamente porque necesita aguas profundas para ello), por lo que decide atacar.

Por tanto, lo que vemos en el vídeo es al cachalote nadando desorientado a gran velocidad hacia un rompeolas rocoso del puerto con la foca colgando de sus aletas. Además, el cachalote está sangrando en la cabeza, posiblemente heridas infringidas por él mismo al chocarse con las barreras. Por último, la enorme nube de líquido marrón rojizo no es sangre, en realidad es tinta.

Colonia de cría de Arctocephalus pusillus pusillus.
Foto: Dominio Público

Sí, los cachalotes cuentan con un saco repleto de líquido oscuro en su intestino que pueden liberar por el ano creando una nube oscura en el agua para ayudar a protegerse cuando se sienten amenazados o cuando intentan escapar de posibles depredadores, como en el caso que nos ocupa.

En cuanto al lobo marino, en la zona del puerto de Hout Bay hay muchos, y es posible que pensara que la ballena era una comida fácil o una amenaza para él o sus cachorros.

Según explicó a los medios locales el director del equipo de Gestión Costera de Ciudad del Cabo, Gregg Oelofse, el lobo marino finalmente desistió del cachalote, pero éste ya estaba herido de muerte y finalmente “fue sacrificado de acuerdo con el protocolo de mamíferos marinos de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales”, zanjó.

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