En lo que se ha calificado como un nuevo hito en el espacio, un astronauta de la ESA que se encontraba fuera de la atmósfera terrestre ha sido capaz de controlar un perro robot de cuatro patas. El logro ha sido posible en el marco de las pruebas Surface Avatar realizadas este mes de enero. En ellas, el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), Marcus Wandt, controló varios sistemas robóticos diferentes en la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (ISS).

¿Para qué? La idea es parte de un proyecto que apunta a que un día se permita a los comandantes humanos controlar robots en otros “espacios” como la Luna o incluso Marte mientras están en órbita a su alrededor. Tal y como ha explicado la ESA, Wandt controlaba un robot con forma de perro llamado Bert creado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). 

Wandt controlando desde la ISS el perro robot.
Foto: DLR

Dicho robot tiene patas diseñadas para caminar sobre diferentes tipos de terrenos a los que no se puede acceder con ruedas, así como para explorar pequeñas cuevas inaccesibles para sus colegas humanos. Este punto no es baladí, ya que hasta ahora sólo se podían controlar remotamente desde el espacio robots con ruedas. 

No solo eso. Al parecer, mientras Wandt controlaba el perro robot, permitiéndole explorar el laboratorio de DLR y monitorear el “terreno” con sus “ojos” con cámara, también hizo uso de otros dos robots: Rollin’ Justin también de DLR, una especie de robot de servicio humanoide, y el rover Interact, en este caso de la ESA.

En ambos casos se trataba de dar seguimiento a otros estudios que han explorado cómo afectan los retrasos de tiempo (lags) en el control de un robot desde el espacio. Wandt los manejó para que ambos robots trabajaran juntos realizando una tarea de instalación de un tubo. Según un comunicado de DLR:

Incluso entre humanos, la cooperación es compleja. Es necesario llegar a acuerdos y comprender las intenciones mutuas. Esto es un desafío particular cuando diferentes robots tienen que formar un equipo y completar con éxito una tarea juntos.

A la hora de construir un hábitat, por ejemplo, resulta muy útil combinar las diferentes habilidades de varios robots. En el primer experimento de este tipo, el robot humanoide Rollin’ Justin del DLR y el Interact Rover de la ESA dominaron esta tarea e instalaron conjuntamente un tubo corto que representa un dispositivo de medición científica.

Imagen: DLR

Por supuesto, la idea de fondo es que este tipo de manejos sean algo “normal” en la exploración espacial, de forma que un astronauta no tiene por qué estar con un robot en el mismo planeta para que este realice tareas controladas, ya sea de forma semi o totalmente autónoma.

Imagen: DLR

Y es que, según Alin Albu-Schäffer, director del Instituto de Robótica y Mecatrónica del DLR, lugares como Marte o la Luna, en un futuro, podrían mantenerse con flotas de robots “que operarán bajo la dirección de los astronautas. Nuestros últimos algoritmos de control e inteligencia artificial permiten que un solo astronauta comande un equipo completo de diferentes robots“, zanja.

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