Coge una cinta métrica de casa y mira la punta de metal con forma de L que permite que al cerrarla no se introduzca por completo. ¿Se mueve un poco entre los remaches? Es posible que ya te hubieses dado cuenta, incluso podrías haber pensado que la cinta está defectuosa o cerca de romperse. No, resulta que hay una explicación para ello. 

Es un movimiento ligero pero perceptible, donde la punta se mueve hacia arriba y hacia abajo. Pero como decíamos, eso no significa que la cinta métrica no funcione correctamente.

¿La razón? Ese aparente fallo de diseño (que obviamente no es), hace una función fundamental. El pequeño deslizamiento ayuda a tener en cuenta el grosor de la punta de metal al medir el borde interno o externo de una superficie. Dicho de otra forma, la punta está floja por una razón esencial: brindarnos lecturas precisas.

Imagen: Diyhousehelp

Por tanto, si, por ejemplo, estamos realizando una medición interna de una superficie, al mover ligeramente la punta entre los remaches, la propia cinta es capaz de restar el grosor de la punta de metal (normalmente suele ser de alrededor de 2 milímetros) y mantiene la medida exacta sin error alguno.

Por cierto, como explica en el vídeo que tenemos encima el famoso contratista de la televisión estadounidense, Tom Silva, por esta razón también es importante tener mucho cuidado al dejar que la cinta vuelva a caer en su estuche sin excesiva tensión. ¿Cómo? Tratando que la cinta golpee nuestro dedo antes de que se cierre del todo.

Deja un comentario

historias destacadas

Descubre más desde LUDD

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo