Es posible que algún día el hombre pise Marte y, quizás, con el tiempo, incluso pueda llegar a permanecer de alguna forma allí y hacer lo que hacen los humanos cuando llegan a un sitio donde creen ser los primeros en llegar. El tiempo dirá hasta dónde seremos capaces, pero mientras tanto, vale la pena recordar los pensamientos que tuvieron otras figuras importantes sobre ese imaginario momento donde nuestra civilización logra lo que sería el mayor hito en materia del espacio. ¿Qué pensaría, por ejemplo, Carl Sagan?

El astrónomo, divulgador y comunicador científico más querido del pasado siglo nos dejó hace un tiempo, pero poco antes de morir de neumonía, en 1996, el propio Sagan lanzó una misiva en forma de mensaje para los futuros astronautas que llegaran a Marte.

Por situarnos un poco en el contexto del mensaje, a Sagan se le conoció en vida como un firme defensor de la exploración de Marte. Sin ir más lejos, el astrónomo fue cofundador de The Planetary Society, y creía sin dudar un instante que la humanidad debería ir al planeta para estudiarlo como un análogo del nuestro, quizás también, para buscar posibles signos de vida o simplemente por el alucinante objetivo que sería explorar el planeta rojo.

Foto: Dominio Público.

Por cierto, de saberlo, estamos seguros que Sagan estaría muy orgulloso de que su mensaje llegara hasta el mismísimo Marte. La grabación en voz del mismo se envió al planeta rojo, donde llegó un 25 de mayo de 2008 después de viajar a bordo del módulo de aterrizaje Phoenix de la NASA.

Tarde o temprano, los humanos llegaremos allí para finalizar ese hipotético viaje que el divulgador imaginó, momento en que recogeremos de la superficie el mini DVD que guarda las palabras de Sagan.

Ahora sí, les dejamos con el apasionado mensaje:

Soy Carl Sagan. Me encuentro en el lugar donde suelo trabajar en Ithaca, cerca de la Universidad de Cornell en Nueva York. Tal vez puedan escuchar de fondo una cascada que se encuentra en las inmediaciones, lo que es probable que fuera una rareza en Marte, incluso en los tiempos de la alta tecnología.

La ciencia y la ciencia ficción han hecho una especie de danza en el último siglo, particularmente en lo que respecta a Marte. Los científicos hacen descubrimientos. Inspiran a los escritores de ciencia ficción a escribir sobre estos, y una gran cantidad de jóvenes que leen la ciencia ficción se entusiasman, y se inspiran en convertirse en los científicos que averiguan más acerca de Marte, lo que hace que a su vez se alimente de nuevo a otra generación de la ciencia ficción y la ciencia; y la secuencia que ha desempeñado un papel importante en nuestra capacidad actual para llegar a Marte. Sin duda fue un factor importante en la vida de Robert Goddard, el pionero en el campo de los cohetes que, creo que más que nadie, allanó el camino para nuestra capacidad real de ir a Marte. Y sin duda jugó un papel importante en mi desarrollo científico.

No sé por qué están en Marte. Tal vez porque nos hemos dado cuenta de que tenemos que actuar con cuidado alrededor de los pequeños asteroides para evitar la posibilidad de un impacto con la Tierra con consecuencias catastróficas, y, mientras estamos en el espacio cercano a la Tierra, es sólo un salto, que nos llevará a otro y a otro hasta Marte. 

O tal vez queremos ir a Marte porque reconocemos que si hay comunidades humanas en muchos mundos, las posibilidades de extinguirnos por alguna catástrofe en el mundo serán menores. O tal vez queremos ir a Marte debido a la magnífica ciencia que se puede encontrar allí. Las puertas de un mundo maravilloso se abren en nuestro tiempo. Tal vez queremos ir a Marte porque tenemos que estar, porque hay un profundo impulso nómada construido en nosotros debido al proceso evolutivo, llegamos, después de todo, de cazadores-recolectores, y el 99,9% de nuestra estancia en la Tierra hemos sido nómadas. Y el próximo lugar para pasear será Marte.

Sea cual sea la razón por la que queremos están Marte, me alegra que estén allí. Y me encantaría estar con ustedes.

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