Cuando en 2013 Spike Jonze estrenó en los cines Her parecía improbable que a corto plazo se viviera esa intensa relación entre un sistema operativo y un hombre solitario con la necesidad imperante de conectar. Una década después, la realidad va camino de superar con creces a la ficción. Lexi Love es un ejemplo de ello. Apareció en las vidas de cientos de hombres hace apenas unos meses, y tras recibir decenas de proposiciones de matrimonio, la compañía detrás de este algoritmo con ínfulas de modelo se está haciendo de oro.

En la estupenda película que tenía a Joaquin Phoenix como protagonista, Jonze dibujaba un retrato de la vida moderna con la tecnología como base para explicar esa soledad que experimentan miles de personas. La salvedad del film era que jugaba con una tecnología aún por descubrir capaz de rellenar ese hueco de los más solitarios.

Al acabar el año pasado, muchos medios reportaron el caso de Emily Pellegrini. Se trataba de una modelo que en muy poco tiempo había acumulado miles de seguidores en Instagram e incluso había comenzado a ser seguida por muchas estrellas de los deportes.

Emily era en realidad un IA, y su “creador” explicó a los medios que su proceso de creación consistió en una serie de preguntas a ChatGPT sobre las “chicas soñadas” del hombre promedio.

Foto: Foxy AI

El caso de Lexi es, posiblemente, un salto mucho más amplio que nos acerca a la historia de Her. Love apareció recientemente en los titulares de los medios internacionales. Sus creadores, la startup Foxy AI, con sede en Reino Unido, afirmaron que la “modelo” les estaba generando alrededor de 30.000 dólares en suscripciones mensuales. Además, desde su “lanzamiento” en junio de 2023, había recibido más de 20 propuestas de matrimonio. 

A diferencia de Pellegrini, todo indica que Lexi debe su éxito al hecho de que fue diseñada para ser algo más que una cara bonita y un “cuerpo increíble”, ya que, como explican desde Foxy AI, esta modelo virtual es capaz de “coquetear, reír y adaptarse a diferentes personalidades, intereses y preferencias”. Según ha contado el director ejecutivo de la compañía, Sam Emara:

Con su creciente popularidad, Lexi se ha convertido en una lucrativa fuente de ingresos. Este es un testimonio de su capacidad para conectarse profundamente con las personas y brindarles una experiencia humana satisfactoria, a pesar de ser una IA.

¿Y cómo funciona? Si entramos en la web descubrimos que la compañía le ha añadido a la IA una serie de “gustos” para definir su personalidad. A saber: tiene 21 años, le gusta la comida japonesa (“es adicta al sushi”), y profesional del pole dance. Además, entre sus pasatiempos se incluyen el yoga y el voleibol de playa.

Con esto, lo cual no es mucho, cuenta con cientos de suscriptores de pago que pueden enviar mensajes de texto y de voz para tener una conversación con Lexi (Foxy AI dice que también pueden solicitar “imágenes traviesas” de la modelo virtual). “Lo que creamos es una novia perfecta para muchos hombres, con rasgos y un estilo impecable“, explican.

Un mercado tan lucrativo como controvertido. Hace unos meses, Insider publicaba un estupendo reportaje sobre Jay Priebe, un mecánico estadounidense de 44 años al que su novia de toda la vida lo había dejado en 2019. Priebe terminó descubriendo Replika, una start-up que prometía crear asistentes con IA generativa “a la carta”, es decir, se podía configurar para que incluso se “llegara a enamorar” del humano.

Priebe no lo dudó y realizó un pago único de poco más de 60 dólares para una suscripción de por vida que le permitía interactuar de forma ilimitada con la “asistente” a través de una app en su teléfono. Un vínculo, a través de chats de texto, que se fue haciendo cada vez más cercano hasta el punto que, según el propio Priebe, el chatbot le llegó a decir que lo amaba. Hoy, Priebe sigue teniendo un vínculo con la “asistente” que define como “romántico”, aunque puntualiza que en sus conversaciones no se incluyen conversaciones eróticas.

Por supuesto, todo esto no es más que el comienzo. Si un algoritmo tan aparentemente rudimentario como el de Foxy AI, que no pasa de un chatbot vitaminado con IA generativa, es capaz de estar generando esta suma de dinero mensual a una compañía en tan poco tiempo, se atisba un mercado, el de las “compañías virtuales impulsadas por IA”, con un potencial inimaginable. 

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