¿Cómo se construye el final de una serie que ha alcanzado la categoría a la que solo acceden unas pocas? Esta es una de esas preguntas que no tiene respuesta clara. Posiblemente, cualquier escritor de televisión pueda decirnos lo difícil que es aterrizar y ponerle punto y final a una producción de años, de atar todos los cabos sueltos, completar los arcos de los personajes y, quizás lo más difícil de todo, que ese final sea tan original, satisfactorio y estimulante como para que exista consenso general entre toda la legión de fans que han acompañado a la obra a lo largo de los años. 

Pongamos como ejemplo el final de Los Soprano, una de las series que suele estar en el top 3 de las mejores de todos los tiempos, una que además cuenta con uno de los finales más controvertidos de la historia de la televisión. Han pasado más de 15 años desde que David Chase decidiera que lo mejor era terminar su obra maestra con un fundido en negro, más de 15 años y la gente todavía discute si estamos ante una broma pesada o una genialidad.

Los Soprano es quizá el ejemplo más famoso por tratarse de una serie tan perfecta en su conjunto, pero no es la única. Ahí están los polémicos finales de series de Lost, Mad Men, Game of Thrones o Dexter, todas ellas con hordas de seguidores enfadadísimos porque se puso punto y final de una forma fallida o, cuanto menos, poco rigurosa para la gran mayoría.

Sin embargo, otras series sí terminaron con el consenso generalizado del público de “final digno”, o incluso (casi) “perfecto”. En este grupo está otra de las series que suele entrar en ese top3/4 de las mejores de todos los tiempos. Hablamos de Breaking Bad y el final del legendario Walter White.

Lo curioso es que la serie de Vince Gilligan no sabía cómo iba a terminar hasta prácticamente los últimos días de rodaje, y “la escena más tonta” rodada al inicio de la última temporada iba a resultar clave para descifrar los últimos instantes.

Breaking Bad y la ametralladora M60

M60.
Imagen: Dominio Público.

A finales de 1940 Estados Unidos comenzó a desarrollar un tipo de ametralladora diferente. Hablamos de un programa que buscaba un arma más ligera del calibre 7,62 mm y que desembocó en la construcción de la M60. El diseño del modelo se basaba en las alemanas MG42 y FFG42, y pasó a ser la ametralladora de propósito general más común. De hecho, fue adoptada por el Ejército de Estados Unidos en 1957, convirtiéndose desde entonces en una pieza básica del arsenal estadounidense, estando presente en todos los conflictos desde esa fecha.

La M60 puede usarse para misiones de carácter ofensivo y defensivo. Para el primer fin destaca por su cadencia de disparo moderada, gran alcance efectivo, y un calibre mayor que el del fusil estadounidense en servicio, el M16. En uso defensivo, su largo alcance la convierte en un arma útil para detener o dificultar el paso del enemigo.

Todos estos datos están muy bien pero, ¿qué pintan en una serie de televisión? Ni el mismo Gilligan lo sabía, pero iba a resultar clave para el final de Breaking Bad.

La historia comienza con la escena inicial de la quinta y última temporada de la serie. El espectador ve a un desmejorado Walter White quien, viviendo bajo una identidad diferente, está tomando un desayuno en Denny’s para su 52 cumpleaños. Después de salir del restaurante, vemos que Walter abre el maletero de un Cadillac que contiene una ametralladora M60 antes de que la apertura termine. Veamos la escena: 

Lo interesante de esta secuencia, sabiendo hoy la importancia que iba a tener la M60 para el final de la serie, es que cuando se rodó nadie del equipo tenía ni la más remota idea de cómo acabar la historia, ni siquiera Gilligan. 

El creador de Breaking Bad admitió que después de escribir sobre la adquisición por parte de Walter de la ametralladora del traficante de armas Lawson, no tenía una idea real en mente sobre su uso. Gilligan pensó que tanto él como el resto del personal tendrían tiempo suficiente para resolverlo en el transcurso de los 16 episodios de la temporada 5, pero a medida que avanzaba la temporada, no habían resuelto el problema. 

La situación se puso bastante tensa, hasta el punto de que Gilligan consideró seriamente que los fans se olvidaran del arma sin explicación alguna, como si ese arranque de la última temporada no hubiera ocurrido. Sin embargo, el resto del equipo creyó firmemente que la trama secundaria debía conducir a alguna parte. No podían dejarlo como si nada. 

En este punto, los escritores y Gilligan trabajaron en varias ideas abandonadas. En un momento dado, llegaron a considerar que Walter usara el arma para sacar a Jesse de prisión. Por razones algo obvias se desviaron de ese pensamiento. “¿Queremos ver a Walt irrumpir en una cárcel y matar a tiros a un grupo de policías? Probablemente no“, dijo entonces Gilligan. Walter era una persona despreciable, pero no era del tipo que mata a tiros a un grupo de policías a sangre fría.

En una entrevista con Variety para celebrar el décimo aniversario del final de la serie, Gilligan reflexionó sobre aquella escena inicial de la temporada 5 que finalmente fue el germen para cerrar la historia. Como no sabía qué iba a hacer Walter con la ametralladora cuando escribió la escena, el creador calificó la decisión como “la cosa más tonta” que jamás haya hecho:

El mayor temor que teníamos era qué hacer con esa maldita ametralladora. Al comienzo de la última serie de 16 episodios, hicimos que Walt comprara una ametralladora en el maletero de un Cadillac. Eso fue lo que más recuerdo que nos asustó porque lo hicimos y me comprometí con eso. Una de las cosas más tontas que he hecho en mi carrera fue comprometerme con la idea de que Walter White comprara una ametralladora cuando no sabíamos qué iba a hacer con ella. No teníamos ni idea. Literalmente, hubo meses en los que estaba completamente asustado. Estábamos en la sala de escritores durante un día completo y lentamente me golpeaba la cabeza contra la pared, no lo suficiente como para lastimarme, pero sí lo suficiente para soltar las ideas. Y todo el mundo estaba un poco preocupado por mí.

Una vez que descubrimos esta ametralladora, algo se rompió y las cosas comenzaron a encajar lentamente. Fue después de ese momento que pensamos que tenía que ganar. Lo ha perdido todo debido a su arrogancia, su orgullo y su ego. Ha perdido a su familia, ha perdido su alma. Pero tiene que ganar en algún nivel. Al menos tiene que entregar ese dinero a su familia. ¿Cómo diablos hace eso una vez que el mundo sabe quién es realmente? Cuando descubrimos que Gretchen y Elliott podrían ser el mecanismo por el cual Walt gana y lleva ese dinero a su familia, fue un buen día.

Lo cierto es que fue lo más tonto que hice en mi vida. Pensé: “Empecemos esta temporada con algo gordo”. Es el 52 cumpleaños de Walt, está solo en un Denny’s. Y parece un infierno. Parece el Unabomber. ¿Para qué está en Denny’s? Bueno, ¡está comprando una ametralladora, por supuesto! Era evidente que la historia de Walt no debería terminar bien, por lo que la idea de que pareciera que el cáncer había regresado parecía correcta. Pero simplemente sientes el camino. No sabíamos adónde iba. Es sorprendente lo poco que sabíamos. Hubo un poco de arrogancia de mi parte al pensar que lo resolveríamos.

Tenemos 16 episodios hasta el final. ¡Vamos a llegar!” Todavía estábamos a seis o siete episodios del final y no sabíamos hacia dónde íbamos con la ametralladora. Recuerdo haber dicho: “Sólo como experimento mental, supongamos que nunca hicimos eso con la ametralladora”. Me asusté mucho, pero mis escritores me mantuvieron honesto. Me acercaron los pies al fuego y dijeron que teníamos que ocuparnos de la ametralladora. Aunque lo inventamos sobre la marcha. ¿Qué quiere este personaje en este momento? ¿Qué obstáculo hay en su camino? Para cualquiera que lea esto y le guste una carrera como showrunner, ¡no lo hagas así! Es doloroso y aterrador.

Sea como fuere, y aunque Gilligan no sabía qué iba a hacer Walter con la ametralladora y ahora considera la decisión “la cosa más tonta” que jamás haya hecho, sin darse cuenta preparó el escenario para un final satisfactorio para el gran público y la crítica. Como él mismo dijo, descubrir qué iba a hacer Walter con el arma fue la clave para crear el final perfecto. 

Finalmente, a Vince Gilligan y compañía se les ocurrió la idea de presentar al tío Jack y su banda de supremacistas blancos como villanos, lo que requeriría que Walter hiciera algo grande para derrotarlos. La M60. como decíamos al inicio, es un arma enorme, teóricamente perfecta para acabar con una habitación entera llena de gente.

Afortunadamente para Gilligan, la mayoría de los fans, incluso aquellos que encontraron el uso del arma un poco extravagante, estaban dispuestos a aceptarla como excelente final de serie. Veamos la escena en cuestión:

Por cierto, aunque la escena que marcaba el final es considerada como una de los mejores de todos los tiempos, por supuesto, también generó reacciones de perplejidad y controversia. No es que Breaking Bad fuera un programa realista, pero una ametralladora en el maletero del auto parecía, quizás, demasiado. 

Esto llevó a la gran pregunta: ¿sería realmente posible llevar dicha escena al mundo real? En este punto aparecieron los MythBusters, quienes recrearon la configuración con la ayuda de Vince Gilligan para llegar a la conclusión más satisfactoria de cientos de miles de fans.

Les dejamos con la prueba: 

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