A poco que abras Internet probablemente hayas visto multitud de vídeos y noticias que aseguran que el Telescopio Espacial James Webb ha encontrado vida extraterrestre. La afirmación se basa en una una noticia publicada en el periódico británico The Spectator que llevaba por título: “¿Hemos encontrado extraterrestres?“. Como suele pasar con el 90% de los titulares interrogativos, la respuesta es no. Lo que hemos encontrado es… probablemente… Dimetilsulfuro.

Una molécula asociada a la presencia de vida

El Dimetilsulfuro o DMS es un compuesto de hidrógeno, carbono y azufre. La razón por la que ha levantado tanto revuelo en este caso concreto es porque se trata de una molécula asociada a procesos relacionados con seres vivos. En la Tierra, es una sustancia producida sobre todo por el fitoplancton que vive en los océanos hasta el punto de que la molécula es una parte muy importante del característico olor a mar. Fuera de la naturaleza, se produce, por ejemplo, cuando hervimos maíz o col. Es una suerte que algunos medios no hayan dado con este dato porque si no estaríamos leyendo titulares del estilo: “Los extraterrestres existen, y son aficionados al mismo plato que entusiasma a los alemanes”.

El Dimetilsulfuro es una molécula asociada, en definitiva, a los océanos, y se da la circunstancia de que el James Webb la ha detectado en K2-18b, un exoplaneta que ya se hizo famoso en 2019 porque un equipo de investigadores descubrió vapor de agua en su atmósfera. A ello hay que añadir que K2-18b está en la zona de habitabilidad de su estrella, lo que significa que podría albergar agua en estado líquido.

Estimación de la composición atmosférica de K2-18b. Imagen: NASA, CSA, ESA, R. Crawford (STScI), J. Olmsted (STScI), Science: N. Madhusudhan (Cambridge University)

Esa combinación de factores ha llevado a algunos investigadores a formular la hipótesis de que K2-18b podría ser un planeta hicéano. Bajo ese palabro se ocultan planetas similares a Neptuno, pero más calientes, totalmente cubiertos por un océano y protegidos por una atmósfera rica en hidrógeno. Cuando el telescopio espacial Kepler descubrió K2-18b lo catalogó precisamente como un mini-neptuno.

Una hipótesis con muchos peros

Hasta aquí todo parece soportar un cierto entusiasmo hacia la posibilidad de haber encontrado vida extraterrestre, pero hay no pocos interrogantes aún sin solventar. El primero y más importante es que K2-18b tiene trazas de dimetilsulfuro, pero no en cantidad suficiente como para sacar conclusiones por ahora. De momento es solo eso, un indicio.

La composición química de la atmósfera del planeta se ha calculado en base a las observaciones obtenidas por el Telescopio James Webb, pero los datos de que disponemos hasta ahora no son concluyentes respecto a la presencia de dimetilsulfuro. “Las próximas observaciones que se realicen con el James Webb deberían poder confirmar si el DMS está realmente presente en la atmósfera de K2-18b en niveles significativos”, explica a la NASA Nikku Madhusudhan, astrónomo en la Universidad de Cambridge y principal autor del estudio sobre el hallazgo de esta molécula en el exoplaneta.

El descubrimiento de dimetilsulfuro en K2-18b no es precisamente nuevo. Se remonta a septiembre de 2023, pero el artículo en The Spectator ha avivado las cenizas de la noticia. Las declaraciones de Tim Peake tampoco han ayudado mucho. El astronauta británico aseguró a The Spectator que “Potencialmente, es posible que el telescopio James Webb ya haya encontrado [vida extraterrestre]. Es sólo que no quieren publicar ni confirmar esos resultados hasta que puedan estar completamente seguros, pero encontramos un planeta que parece estar emitiendo fuertes señales de vida biológica.”

No viene mal mencionar que Peake es piloto militar, no científico (su doctorado es honoris causa), pero eso da igual para la parte del publico que cree en hombrecillos grises y desconfía de las agencias espaciales. Para más de uno, K2-18b ya es casi como Kamino a falta de que el James Webb confirme la presencia de estaciones oceánicas de clonación y cierto miembro de la orden Jedi con un muy mal presentimiento.

Bienvenidos a K2-18b

¿Qué sabemos en realidad sobre K2-18b? El exoplaneta forma parte de la interminable ristra de mundos descubiertos por el telescopio espacial Kepler gracias al método de tránsito. Se descubrió en 2015, y pronto suscitó el interés de los astrónomos porque está en zona de habitabilidad de su estrella, una enana roja en la Constelación de Leo, a 110 años luz de la Tierra.

K2-18b es ocho veces más masivo que la Tierra. En teoría, podría tratarse de una super-tierra recubierta por un inmenso océano, pero ese dato aún es objeto de pura especulación con los datos de que disponemos. Lo más probable es que el exoplaneta sea un pequeño planeta gaseoso similar a Neptuno, o sea, con una atmósfera que va haciéndose más densa y caliente a medida que descendemos.

Esa atmósfera es rica en hidrógeno, sí. Los datos espectrográficos resultantes de analizar la difracción de la luz de la estrella K2-18 cuando el exoplaneta pasa por delante de ella también indican la presencia de metano, dióxido de carbono y vapor de agua.

Aspecto hipotético de K2-18b. Ilustración:NASA, CSA, ESA, J. Olmsted (STScI), Science: N. Madhusudhan (Cambridge University)

La baja presencia de amoníaco cuadra con la idea de que K2-18b sea un planeta hicéano, pero es bueno hacer constar que nunca en la vida hemos descubierto un planeta hicéano. Es un tipo de mundo completamente hipotético hasta la fecha.

Incluso si se confirma la presencia de dimetilsulfuro y logramos determinar si K2-18b es realmente una especie de supertierra oceánica, queda por ver si la presencia del compuesto es producto de la actividad de fitoplancton extraterrestre, o de algún proceso de química planetaria aún no descubierto. Ojalá mañana los astrónomos puedan asegurar sin lugar a dudas que hemos descubierto vida, así sea microscópica, en otro planeta. Ese día, lamentablemente, aún no ha llegado.

Una respuesta a «Esto es lo que sabemos sobre K2-18b, el exoplaneta en el que se han hallado indicios de vida extraterrestre»

  1. Tim Peake no solo no es científico, era piloto militar… de helicópteros… maldita sea, el resto de los candidatos de UK a astronautas debieron ser realmente malos ese año!!

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