Como dirían en un anuncio de coches, las imágenes que vamos a ver a continuación se realizaron “en un circuito cerrado”, todo lo demás es real y da una idea del poder de destrucción que tiene la última tecnología militar de la Fuerza Aérea de Estados Unidos bajo el nombre de QUICKSINK. En esencia, una sola bomba es capaz de destruir un barco y hundirlo en 30 segundos.

El vídeo en cuestión se realizó en el Golfo de México. Aunque no lo vemos en pantalla, un avión de combate F-15E Strike Eagle arrojó una sola bomba sobre el buque de transporte vacío. El barco se hunde en menos de 30 segundos. En un segundo vídeo, se muestra el barco en el fondo del mar efectivamente partido en dos mitades. Veamos la secuencia:

Al parecer, QUICKSINK utiliza una munición de ataque directo conjunto (JDAM) modificada de 907 kilogramos, una pieza de tecnología que convierte bombas no guiadas en municiones “inteligentes” guiadas capaces de alcanzar objetivos con precisión. Estos sistemas JDAM pueden permitir que las bombas en caída libre alcancen un objetivo con una precisión de 5 metros o menos si hay datos de GPS disponibles. Es más, sin datos del GPS, puede alcanzar un objetivo dentro de un margen de error de 30 metros.

Según ha explicado Andrew Swanson, jefe de la División Avanzada de la 85a TES:

Los torpedos pesados son eficaces [para hundir barcos grandes] pero son caros y utilizados por una pequeña parte de los activos navales. Con QUICKSINK, hemos demostrado una solución más ágil y de bajo coste que tiene el potencial de ser empleada por la mayoría de los aviones de combate de la Fuerza Aérea, brindando a los comandantes y combatientes más opciones.

A los sistemas “ordinarios” de destrucción militar en el mar como eran los torpedos de los submarinos o los misiles desde los buques, ahora hay que añadir estas bombas en caída libre desde el aire con una capacidad destructiva aterradoramente precisa.