La historia de la imagen con la que abrimos es la de una fotografía que nunca existió como tal. María, hoy con 84 años, creció en la Barcelona de la década de 1940. Aún recuerda su infancia, cuando visitaba la casa de un vecino que vivía encima en su edificio. Así, María poder mirar a través de las rejas de un balcón hacia la prisión e intentar divisar a su padre a través de la pequeña ventana de su celda, donde estaba encerrado por oponerse al régimen de Franco. Sin embargo, María solo tenía la imagen de aquellos momentos, nunca hubo foto hasta ahora, cuando el uso de la IA generativa ha permitido convertir sus recuerdos más preciados en fotografías que nunca existieron.

La consecución de imágenes que vamos a ver a continuación es el resultado de este proceso con la tecnología. Da algo parecido a un gif de lo que parece un collage de fotografías antiguas, y detrás de esta pequeña maravilla se encuentra un estudio de investigación y diseño de Barcelona capitaneado por su fundador, Pau García. Su nombre: Domestic Data Streamers.

El estudio partió de una idea básica: las instantáneas reales son perfectas para evocar recuerdos, pero cuando no hay ningún fotógrafo presente, esos recuerdos no tienen imágenes concretas, y con el paso del tiempo se van perdiendo o difuminando en nuestra cabeza.

Este fue el germen del proyecto Synthetic Memories de Domestic Data Streamer, el cual tiene como objetivo cambiar “lo imposible”, esas fotos que nunca existieron de nuestros momentos más recordados, con la ayuda de generadores de imágenes de IA.

Entrevistas del equipo de l proyecto para crear los “recuerdos sintéticos”.
Imagen: Domestic Data Streamer

En el caso de María, el equipo de investigadores de IA trabajó con ella para darle vida a esos recuerdos vívidos describiendo el lugar y el contexto histórico (el padre de María había sido encarcelado por Franco). Como le ha explicado García a la gente del MIT:

Es muy fácil ver cuando tienes la memoria correcta porque hay una reacción muy visceral. Sucede cada vez. Es como, ‘¡Oh! ¡Sí! ¡Fue así!’

Esta imagen a través de la IA de la Guerra Civil, en este caso cocreada por una mujer de 90 años llamada Nuria que recuerda a los hombres esperando afuera de los refugios antiaéreos con palas y picos listos para rescatar a cualquiera atrapado dentro.
Imagen: Domestic Data Streamers

Por supuesto, no es tan fácil. Para lograr estas imágenes siguen una serie de pautas. Primero, un entrevistador y un ingeniero de prompt se sientan con el sujeto cuya memoria están tratando de recuperar, Mientras la persona recuerda un evento o lugar específico, el ingeniero ingresará las descripciones en un generador de imágenes de IA, como DALL-E, y lo que sigue es un proceso donde se va retocando y cambiando el mensaje una y otra vez hasta conseguir la imagen correcta, o la más correcta para la persona que hasta ahora solo tenía esa “foto” en su cabeza. Según García:

Le muestras la imagen generada a partir de ese mensaje al sujeto y él podría decir: ‘Oh, la silla estaba de ese lado’ o ‘Era de noche, no de día’. Lo refinas hasta que llegas a un punto en el que hace clic.

Después de la guerra civil, Denia, de 14 años (ahora 73) y su familia, recién llegada de Alcalá de Júcar, encontraron consuelo en el salón de baile “La Gavina Azul”. Un santuario de alegría en medio de la realidad de la posguerra.
Imagen: Domestic Data Streamers

Además, los investigadores descubrieron que, al trabajar con una mayoría de personas mayores, los modelos de imágenes de IA anteriores que producían imágenes defectuosas en realidad funcionan mejor para el proyecto. Los recuerdos son nebulosos y los artefactos de ensueño y sin refinar producidos por modelos de IA como DALL-E 2 y las primeras versiones de Stable Diffusion son mejores, al menos en la mayoría de los casos. Para García:

Si haces algo súper realista, la gente se centra en detalles que no estaban allí. Si está borroso, el concepto se ve mejor. Los recuerdos son un poco como los sueños. No se comportan como fotografías, con detalles forenses. No recuerdas si la silla era roja o verde. Simplemente recuerda que había una silla.

Otro de los “recuerdos” de María desde el balcón.
Imagen: Domestic Data Streamers

María es solo una de las decenas de personas que ya han pasado por el proceso en el estudio para convertir sus recuerdos en imágenes. Un proyecto que he recibido financiación de la ONU y Google, y que actualmente trabaja con comunidades de inmigrantes y refugiados de todo el mundo para crear imágenes de escenas que nunca han sido fotografiadas o para recrear fotografías que se perdieron cuando las familias se marcharon de sus hogares anteriores.

Un trabajo que surgió hace 10 años, cuando García trabajaba en Grecia con una organización que estaba reubicando a familias refugiadas de Siria. Una mujer le dijo que ella no tenía miedo de ser refugiada, pero tenía miedo de que sus hijos y nietos siguieran siendo refugiados porque podrían olvidar su historia familiar. Aquella conversación acabó convirtiéndose en Domestic Data Streamers.

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