De todas las cosas que uno puede esperar encontrar en el interior de una iglesia medieval, un enorme cocodrilo de 500 años se encuentra, muy posiblemente, a la cola de la lista. Y sin embargo, en la provincia de Mantua, en la región italiana de Lombardía, una serie de iglesias ha mantenido durante siglos el mismo extraño ritual: cocodrilos de varios siglos disecados y colgados del techo, en la bóveda de la iglesia, para el asombro de los viajeros que ingresan por primera vez en su interior. Esta es la historia.
De todas las iglesias de esta región italiana, la más famosa de todas es la del Santuario della Beata Vergine delle Grazie (Santuario de Nuestra Virgen María de Gracia). Es verdad que en Italia hay cientos de iglesias antiguas de incalculable valor histórico, pero pocas se acercan al nivel de asombro que produce el tipo de maravilla que reina en el interior de sus paredes.
Dentro del santuario de la iglesia hay muchas sorpresas. Por ejemplo, los lados están decorados con maniquíes de tamaño natural que representan episodios de “peligros evitados por la intercesión divina”. Dicho de otra forma, estamos ante una colección de algunas de las más horribles formas de morir. Por ejemplo, un hombre está siendo decapitado, mientras otro está a punto de caer en un pozo y ahogarse.
Sin embargo, los visitantes se dan cuenta muy pronto de algo totalmente insólito que hace única a esta arquitectura. A los pocos metros de ingresar, poco después de la entrada principal, girando ligeramente la cabeza hacia arriba, se encuentran con la inconfundible figura de un gran cocodrilo disecado que cuelga del techo.
Una vez pasa el repentino asombro, llega el momento de la gran pregunta: ¿qué demonios hace un cocodrilo ahí? ¿Es real?
La criatura es real, no un modelo, fue disecada y añadida a la iglesia sobre el siglo XV. No solo eso. Lo cierto es que ésta no es la única iglesia italiana donde se puede encontrar una rareza así, ni siquiera es la única en la provincia de Mantua. Existen otros dos cocodrilos que se pueden encontrar en el Palazzo degli Studi y en la curia de la ciudad. Fuera de la provincia, en la iglesia de Santa Maria delle Vergini en Macerata y en el Santuario de la Madonna delle Lacrime en Ponte Nossa (BG).
En cuánto a la razón que ha llevado a los feligreses a mantener un cocodrilo colgando por los siglos de los siglos, los historiadores cuentan que, en la antigüedad, las figuras de dragones, cocodrilos o serpientes se veían de forma promiscua y, muchas veces, en la era cristiana, se asociaban con el mal, considerados personificaciones terrenales del diablo, animales que inducen al pecado.
Por tanto, la colocación de estos animales en las iglesias tiene un fuerte componente simbólico, como lo era la ubicación de los fósiles prehistóricos en las iglesias medievales, por lo que encadenar al animal en lo alto de la bóveda de la iglesia significaba hacerlo inofensivo, bloqueando el mal que representa y al mismo tiempo exponiendo una advertencia concreta a los fieles contra la predisposición humana al error.
En el caso del cocodrilo de della Beata Vergine delle Grazie, no está muy claro su origen, y como tantas veces con la iglesia, su historia se ha prestado a todo tipo de leyendas y teorías vinculadas a la criatura. Hay quienes relatan su fuga de un exótico zoológico privado en casa de la finca de Francesco Gonzaga, y hay quienes han elaborado historias más cercanas a la naturaleza milagrosa del evento, como aquella que relata que dos hermanos barqueros estaban descansando en la orilla del río, cuando uno de ellos fue atacado por el cocodrilo. El otro, pidiendo la intercesión divina, se armó de un cuchillo y logró matar al depredador.
Sea como fuere, si algún día visitas la zona de Mantua, no dejes pasar la oportunidad de visitar el famoso santuario o alguna de las otras iglesias con cocodrilo, tan impresionante en su arquitectura como fascinante en ese ritual que, por otra parte, es un perfecto ejemplo de las habilidades de taxidermia de los monjes, cuyo trabajo consistió hace mucho tiempo en convertir el cocodrilo en una exhibición permanente.
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